lunes, 30 de abril de 2012

Los mercados de trabajo y energético en la base de la competitividad dela economía española

Santos M. Ruesga, artículo publicado en la Revista Ejecutivos

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de debatir en distintos foros acerca de los problemas básicos de la competitividad de las empresas españolas particularmente, en relación con las empresas de los países europeos, lugar donde se produce lo esencial de nuestros intercambios comerciales. Desde este punto de vista y en un plano general si en algo estamos de acuerdo los analistas económicos sobre el futuro de la economía española, es en la necesidad de que ésta evolucione hacia un modelo productivo con pautas radicalmente distintas a las que se ha mantenido en el pasado. Pautas, que, en esta perspectiva, se han de materializar en una estructura productiva con una destacada capacidad de competir con el exterior. 

Mejorar el nivel de competitividad se convierte así en un objetivo fundamental, particularmente en estos momentos de crisis profunda. Hay que hacer un esfuerzo importante que canalice el tejido productivo español hacia mayores cotas de competitividad, lo que debiera significar en el futuro ganancias de cuotas de mercado internacional y en última instancia, mejorar de forma sostenible, de nuestra balanza de pagos por cuenta corriente. 


jueves, 26 de abril de 2012

Las instituciones en el futuro de Europa

Recientemente Wendy Carlin, del University College of London, ha presentado una ponencia donde resalta la importancia que las instituciones, tanto políticas en general como más específicamente de negociación colectiva, han tenido en el divergente comportamiento de los países de la Eurozona durante la crisis económica.

La charla se grabó durante la Conferencia "Paradigm Lost: Rethinking Economics and Politics", organizada por el Institute for New Economic Thinking (INET) en Berlín,  a medidados de abril de 2012.

martes, 24 de abril de 2012

México: en vías de subdesarrollo

La industrialización se ha entendido desde hace mucho tiempo como sinónimo de desarrollo, de ahí que cuando se alude a los “países industrializados” se habla de las economías desarrolladas del orbe (como Estados Unidos, Alemania y Japón). Asimismo, por países “en vías de desarrollo” se entiende a las economías inmersas en procesos de industrialización, es decir, que producen una gama creciente de manufacturas de forma más compleja, que incorporan cambio técnico, que generan una mayor inversión en capital y hacen uso de una fuerza de trabajo con altos niveles de calificación. El crecimiento del sector industrial arrastra también al sector servicios, pues al producir más manufacturas para los mercados interno y externo se fomentan el comercio, los transportes, los servicios financieros y administrativos, por ejemplo. El papel de la expansión industrial como motor del desarrollo nacional se puede constatar una y otra vez a lo largo de la historia. No es casual que el desarrollo de la economía mexicana haya ido atado a nuestra industrialización o que las grandes economías emergentes como China y la India, o Brasil por hablar de un caso más cercano, precisamente estén viviendo la expansión de sus industrias.
Foto: www.pinturayartistas.com
Si industrializarse es desarrollarse, México se encuentra en serios aprietos ya que nuestra industria sufre un proceso de achicamiento. Son elocuentes las cifras de empleo industrial. De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en el año 2000 había 7 millones 442 mil trabajadores en la industria manufacturera, y diez años después sólo 6 millones 760 mil. En una década se perdieron 682 mil puestos de trabajo en la industria en México. El hecho de que estén desapareciendo empleos industriales no puede atribuirse siquiera a la crisis de 2008, sino que la caída viene de antes: entre 2000 y 2005 ya se había registrado una disminución de más de medio millón de puestos de trabajo en el sector manufacturero. 


jueves, 19 de abril de 2012

El camino equivocado

Nacho Pérez
Hace ya tiempo que estamos asistiendo a decisiones políticas que nos llevan por el camino equivocado. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria en nuestro país en el otoño de 2008, en un contexto de crisis financiera internacional, las políticas económicas han tomado diversos derroteros. Todas las alabanzas a la vuelta de la política keynesiana (ya que asistíamos a una crisis calcada a la de 1929) como solución ya conocida (véase el ejemplo del New Deal de Roosevelt, inspirado en este tipo de política económica) se desvanecieron poco más tarde. 

Parecía que enterrábamos los discursos neoclásicos imperantes en la ciencia económica desde la crisis del petróleo (crisis de oferta, con un origen totalmente distinto a las crisis del 29 y la del 2008, a pesar de llevar el mismo nombre, como señalaba Sampedro). Porque no todas las crisis tienen el mismo origen y, por tanto, no se deben combatir con el mismo tipo de políticas. 

lunes, 16 de abril de 2012

En boca de todos

En estos días, ya sea en términos reales (de viajes de cacería), de primas (de riesgo), reformas, contradicciones o como avanzadilla del caos en Europa, España ha estado en boca de todos los analistas. Aquí va una muestra:
Y lo que queda... con unos Presupuestos Generales del Estado presentados hace apenas dos semanas, ya se anuncian nuevas reformas de los pilares del Estado del Bienestar (sanidad y educación) que irán incluidas en el Programa Nacional de Reformas que España presentará en Bruselas a finales de este mes. Está claro cuál es el camino que han elegido Europa y España (la austeridad), pero ¿adónde nos lleva?

Y la prima de riesgo, subiendo.

Laura Pérez Ortiz

jueves, 12 de abril de 2012

Lo que nos dicen las estadísticas (de presión fiscal)

Alguien, creo que el Primer Ministro inglés W. Galdstone, dijo alguna vez que “había mentiras, malditas mentiras… y estadísticas” y, ciertamente, los datos son susceptibles de manipulación, plantean como todos sabemos (especialmente, en materia internacional) dificultades interpretativas, se debate la calidad de los mismos, las metodología utilizadas para su elaboración, su representatividad, etc.; mas lo cierto es que, en las sociedades modernas, cuándo queremos exponer tendencias, conocer la realidad social o económica, discutir y proyectar sobre la situación actual en cualquier rama del Saber, partimos de datos, de mediciones, porque, realmente, algo que no se puede medir, no es susceptible de una disputa científica seria. 

Para esto tenemos las benditas estadísticas. 


martes, 10 de abril de 2012

Cáncer: políticas, economía y cultura

El cáncer es una enfermedad –o un conjunto de enfermedades- de tipo crónico degenerativo cuya presencia en la población humana se extiende conforme se modifican los patrones epidemiológicos –cuando se controlan por ejemplo las enfermedades infecto contagiosas- y aumenta la esperanza de vida. Por ello el cáncer tendrá un lugar creciente en la morbilidad y mortalidad de los mexicanos. 

Lo anterior exige políticas para el adecuado combate al cáncer, lo que implica contar con estrategias de prevención y detección oportuna, así como para financiar su tratamiento a lo largo de toda la enfermedad con infraestructura y recursos humanos de calidad distribuidos de forma racional en todo el territorio. 

En el caso de la salud los avances en tecnología, a diferencia de lo que ocurre en otras ramas de la economía, en vez de reducir los costos pueden convertirse en disparadores de la cantidad de recursos requeridos. Me explico: si una sociedad erradica o controla las enfermedades infecto contagiosas a través, por ejemplo, de medidas de higiene adecuada y de vacunación, esa población más adelante se enfermará de padecimientos más complejos y caros de tratar. Así, el avance en la salud se vuelve, más tarde, un nuevo desafío y en la necesidad de mayores recursos. Por lo tanto, hay que reconocer que vamos a requerir cada vez más recursos para el sector salud, pues la población mexicana envejece y se enferma de padecimientos más complicados –cáncer, diabetes- y más costosos. 

Si vamos a necesitar más recursos, ¿cómo usarlos de la manera más eficiente? Para empezar, poniendo énfasis en la medicina preventiva y en la detección temprana. La prevención ha dado resultados: la incidencia del cáncer cérvico uterino se ha reducido en los últimos años –a diferencia de lo que ocurre con los demás tipos- gracias a la ampliación de vacuna correspondiente. 

Pero aún estamos lejos de la detección temprana del cáncer. Un estudio hecho por Mariana Martínez, alumna de la UNAM, sobre los registros de mujeres con cáncer de mama atendidas en el Instituto Nacional de Cancerología con recursos del Seguro Popular, demuestra que sólo el 8% de las pacientes en 2008 se les detectó el padecimiento en las etapas iniciales, que el 62% en etapas avanzadas y que a un 30% en fases que pueden considerarse como terminales. Ello dispara el costo de los tratamientos. 

En lo que hace a la correcta atención durante toda la enfermedad, el Seguro Popular cubre hasta cinco años, pero con frecuencia se presentan recaídas después de ese periodo. 

La cultura hacia el cáncer es clave. El cáncer que más muertes produce en México es el de próstata, recién incorporado a las enfermedades que cubre el Seguro Popular. Aún quedan por desplegar campañas para que los procedimientos para la detección del cáncer de próstata dejen de ser motivo de sorna en una cultura machista y se vuelva un tema que genere comprensión, solidaridad y atención como ocurre con el cáncer de mama.

Ciro Murayama Rendón, artículo publicado en El Universal (México)

miércoles, 4 de abril de 2012

Efectos macroeconómicos de la reciente reforma laboral

El consumo privado 

Como se ponía de manifiesto en la anterior entrega sobre los efectos socioeconómicos de la reciente Reforma Laboral, uno de los aspectos a destacar en este sentido, es la alteración que produce en la distribución funcional de la renta, trasladando, en cuantía importante, recursos desde las retribuciones salariales a los rendimientos empresariales y de capital. Esto significa que la disponibilidad de renta por el conjunto de los trabajadores disminuye en favor de aquellas otras que tienen una menor propensión marginal al consumo. Lo que ha de significar que en meses venideros y quizá años, la aportación de la demanda del consumo privado al crecimiento económico disminuirá, arrastrando a una senda aún más negativa a uno de los componentes tradicionales de impulso al avance del Producto Interior Bruto. También es cierto, que se podría interpretar que la ruptura de esta dinámica tradicional de impulso al crecimiento económico, en el caso español, podría tener efectos colateralmente positivos en la medida que se frenaría la expansión de las importaciones que, también tradicionalmente, ha venido acompañándonos durante los últimos lustros a los incrementos del consumo de los ciudadanos. Bien es verdad, no obstante, que el problema del desequilibrio derivado de una fuerte expansión de las importaciones en relación con las exportaciones, no hay que buscarlo sólo en la dinámica del consumo privado, sino más bien en la competitividad de las empresas frente al exterior. Ahora bien, pensando en una economía que crece de forma sostenida, lo razonable es propiciar el desarrollo de la productividad empresarial de tal manera que su competitividad frente al exterior, en aumento, permita absorber los incrementos de la demanda que se derivan del avance del consumo privado, a instancias del incremento de la renta disponible. Esto no ha ocurrido así en la economía española, lo que ha significado crecientes déficits de nuestra balanza comercial (acompañado de un fuerte endeudamiento de las familias y de las empresas). Lo que, esto pone de manifiesto, en última instancia, es la incapacidad de nuestro sistema productivo para absorber tirones de la demanda a causa de sus carencias en materia de competitividad frente al exterior. 

En cualquier caso, lo que cabe deducir de lo anteriormente expuesto es que no se puede esperar, en el horizonte inmediato, incluso en el medio plazo de uno o dos años, que la demanda privada juegue, como tradicionalmente ha ocurrido, un papel de dinamización económica en aras de lograr mayores niveles de crecimiento económico, y por extensión de generación de empleo. Habrá que buscar en otras componentes del cuadro macro económico los posibles impulsos al crecimiento económico. 


martes, 3 de abril de 2012

Jornada en la Fundación Ramón Areces

El próximo jueves 12 de abril se celebra la jornada "Vías para la Internacionalización de las PYMES", en la Fundación Ramón Areces, coordinada por Ramón Casilda, junto a Gabriela Uriarte de CEPYME.

La asistencia es libre y gratuita, no obstante, es imprescindible realizar la inscripción obligatoria que puede hacerse directamente pinchando en la hoja de Inscripción en
www.fundacionareces.es

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