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viernes, 31 de enero de 2014

Dualidad y prestación por desempleo: siguen apretando

Julimar da Silva Bichara- Universidad Autónoma de Madrid - Augusto Plató

¡Por favor, echen un vistazo a las tasas de paro de los países desarrollados no Euro y su evolución desde 2010!

La Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dos organismos cuyos dirigentes no hemos elegido democráticamente y que, por lo tanto, no tienen legitimidad democrática, vuelven a “proponer” nuevas medidas de ajuste restrictivas a los españoles, con la excusa de que son necesarias para reducir el desempleo en España. Vuelven, una vez más, con el mismo cuento: que el problema del paro es un problema de oferta; que los trabajadores españoles siguen siendo muy costosos y que, por lo tanto, es necesario reducir esos costes. Insisten, una vez más con la famosa dualidad del mercado de trabajo español, como si sólo existiera en España, y ahora, además, presionan para reducir la prestación por desempleo. 

Para empezar el análisis, es importante definir adecuadamente lo que significa la dualidad del mercado de trabajo para entender lo que quieren decir los policy makers cuando proponen más reformas para reducir la famosa dualidad del mercado laboral español. Los análisis sobre los determinantes y efectos de la dualidad del mercado de trabajo surgen, fundamentalmente, de las ideas de Michael Piore y Peter Doeringer. Ello básicamente significa que no existe un único mercado de trabajo, sino que existirían múltiples mercados de trabajo que funcionarían con características diferentes. Existen múltiples determinantes para dicho fenómeno, tanto desde el lado de la demanda, como de la oferta y de la regulación de las relaciones laborales. Por ejemplo, podrían generar diferentes mercados de trabajo las diferencia de tamaño de las empresas, de nivel de intensidad tecnológica, de cualificación de los trabajadores, la regulación laboral, el ámbito de cobertura de la negociación colectiva, etc.

La teoría institucionalista que fundamenta y explica ese comportamiento diferenciado de las relaciones laborales caracteriza la dualidad del mercado de trabajo, a modo de resumen y para simplificar el análisis, en dos mercados: el primario y el secundario. Para no extendernos (los interesados en profundizar en el tema se recomienda una lectura del capítulo 4 del libro de Economía del Trabajo y Política Laboral de Santos M. Ruesga), el mercado primario estaría formado por los buenos puestos de trabajo, es decir, trabajos más estables, con posibilidad de trayectoria ascendente, de elevada productividad, grandes empresas y, por lo tanto, mayores salarios, un uso intensivo de la tecnología, con una cierta protección por parte de la negociación colectiva y también de capital humano y una demanda más estable. Por otro lado, el mercado secundario, estaría formado por los puestos de trabajo más precarios, de baja productividad, bajos salarios, poca perspectiva de ascensión profesional, pocas exigencias de formación, pequeñas empresas, poca o ninguna cobertura de la negociación colectiva y una demanda más inestable. 


viernes, 2 de marzo de 2012

Otra vez las subvenciones al empleo

Artículo publicado en El País el 29 de febrero de 2012.

Las sucesivas reformas que se han planteado en el mercado de trabajo español han venido marcadas por la implantación de medidas para subvencionar el empleo, pero ¿qué sentido tiene continuar gastando en bonificar el contrato indefinido cuando se ha demostrado que es un sistema de fomento del empleo ineficiente? Los análisis realizados sobre la efectividad de las bonificaciones ponen de manifiesto que los contratos incentivados no han logrado contribuir a la creación de empleo o a la reducción del paro, ni tampoco han conseguido disminuir la tasa de temporalidad.

También se ha demostrado que las bonificaciones generan considerables efectos de peso muerto y sustitución. El primero consiste en que el programa de política activa subsidia o bonifica a alguien que habría sido contratado de todas formas en ausencia de la medida; y el efecto sustitución consiste en que los trabajadores participantes reemplazan a otros no subsidiados sin efecto neto sobre el empleo.

Por otra parte, la evidencia empírica muestra que los contratos bonificados no parecen conseguir romper el estigma de contratos inestables, ya que su duración media es menor que la de los contratos indefinidos no subvencionados. No hay que olvidar que estos contratos van dirigidos principalmente a aquellos colectivos más afectados por la temporalidad, por lo que su implementación puede estar sometida a dosis elevadas de inestabilidad ligada al propio puesto de trabajo.

Cabe preguntarse si no se estarán utilizando las bonificaciones en empleos poco productivos en los que la relación laboral no ejerce una influencia relevante sobre la productividad del trabajador. Por tanto, ¿qué más da fomentar el contrato indefinido si la relación laboral no es estable per se? ¿No tendría mayor alcance utilizar ese gasto en formar a los trabajadores o en invertir en I+D para que dejemos de tener empleos poco productivos en los que la elevada rotación no importa?

En una época en la que la creación de empleo vuelve a ser el problema primordial de la economía española, quizá haya llegado el momento de dejar de subvencionar las contrataciones de forma generalizada y, como alternativa, tratar de dirigir las bonificaciones a grupos muy concretos, por periodos de tiempo muy limitados y estableciendo un control estricto del comportamiento de las empresas. Los fondos que se liberen podrían dedicarse a otras medidas con un mayor impacto directo en el nivel de empleo, como es el caso de las políticas activas en formación.

Inmaculada Cebrián y Gloria Moreno

lunes, 14 de noviembre de 2011

Seminario de Empleo (Fundación Ortega)


El próximo miércoles 16 de noviembre se celebrará la IX sesión del Seminario de Empleo de la Fundación Ortega y Gasset-Marañón, en su sede habitual (c/ Fortuny 53) y en el horario de siempre (las 17 h.)

Este lugar de debate nos propone en esta ocasión un tema muy interesante: "¿Es necesario reformar el sistema de prestaciones por desempleo?". Actuará de moderador uno de sus directores, José Ignacio Pérez Infante, siendo los ponentes Inmaculada Cebrián, profesora titular de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alcalá y Jesús Mercader, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Carlos III de Madrid.

Como siempre, es un punto de encuentro para debatir sobre esta cuestión. Allí nos veremos.
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