Mostrando entradas con la etiqueta Ana I. Viñas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ana I. Viñas. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de febrero de 2017

Seminario internacional "Integración y desarrollo: 20 años después"

Seminario internacional

Integración y desarrollo: 20 años después
16 y 17 de febrero de 2017

Los próximos días 16 y 17 de febrero celebraremos un seminario internacional bajo el título "Integración y desarrollo: 20 años después", en el salón de conferencias de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

Hace 20 años, el programa de doctorado “Integración y Desarrollo” del departamento de Estructura Económica y Economía del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Madridsirvió de foro académico en el que se discutieron los procesos de integración tanto europeos como de América Latina. Resultado de las investigaciones y debates, se fueron fraguando prometedoras carreras de académicos, investigadores y funcionarios internacionales. Hoy, 20 años después, considerando que estos asuntos siguen siendo de gran relevancia y han evolucionado de diversas formas, serán revisados por aquellos mismos investigadores, con la madurez que les ofrece dos décadas de trabajo en la Academia y en diferentes organismos internacionales.

El seminario se organiza con una conferencia inaugural a cargo de Salvador Arriola, Secretario para la Cooperación Iberoamericana de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el jueves 16 de febrero por la mañana.

Seguidamente se abrirá el panel América Latina, 20 años después, con la participación de Jorge Mario Martínez Piva, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); Julimar da Silva Bichara, de la Universidad Autónoma de Madrid; Ciro Murayama, del Instituto Nacional Electoral de México y Miguel Atienza, de la Universidad Católica del Norte, Chile.

Por la tarde del jueves 16 de febrero, se desarrollará el panel correspondiente a la Unión Europea, 20 años después, con la participación de Ángeles Sánchez Díez, de la Universidad Autónoma de Madrid; Ana I. Viñas Apaolaza, de la Universidad Europea; Laura Pérez Ortiz, de la Universidad Autónoma de Madrid y Yolanda García Mezquita, de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea.

El viernes 17 por la mañana se celebrará una mesa redonda con todos los ponentes de la jornada anterior y los profesores Antonio Vázquez Barquero, José Manuel García de la Cruz y Santos M. Ruesga, moderada por María José Martínez, redactora jefa de economía exterior en Estudios de Política Exterior.

La conferencia de clausura correrá a cargo de Germán Ríos, Director Corporativo de Asuntos Estratégicos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Aquí se puede consultar el programa completo.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Menos salarios y más desigualdad

Ana I. Viñas Apaolaza- Augusto Plató

La Organización Internacional del Trabajo publicaba el 5 de diciembre su Informe Mundial de Salarios. De su lectura cabe resaltar algunas cuestiones de interés para los países desarrollados, y en concreto para España.

La evolución de los salarios reales en los países desarrollados se caracterizó por un estancamiento, pasando de un descenso del 0,5% en 2011 a imperceptibles cifras positivas del 0,1% en 2012 y del 0,2% en 2013. 

En países como España, Grecia, Irlanda, Italia y Reino Unido, entre otros, el nivel del salario medio real en 2013 fue inferior al de 2007. En España el salario pierde más de 3 puntos.

Evolución de los salarios reales medios (índice 2007=100), 2007–2013

Fuente: a partir de ILO Global Wage Report 2014/15

La OIT destaca el efecto composición en este comportamiento de los salarios. Los salarios medios pueden aumentar por el hecho de que los trabajadores en empleos peor remunerados, son despedidos más fácilmente. En España así se pudo ver durante la primera fase de la crisis en 2009-2010, cuando gran parte de los trabajadores temporales, con empleos más precarios, fueron despedidos o simplemente finalizaron su contrato sin volver a ser empleados. 

De igual forma, los salarios medios se reducen por el efecto composición, si las nuevas contrataciones se realizan a salarios más bajos. También se ha podido observar este fenómeno en España. El nuevo empleo creado en la última parte del ciclo ha sido sobre todo temporal y a tiempo parcial, de manera que se ha reducido el salario medio; mostrando un descenso del salario de reserva al que los trabajadores están dispuestos a aceptar un empleo. Como consecuencia, el nivel del salario medio real en 2013 fue inferior al de 2007. 

Al mismo tiempo, el crecimiento de la productividad del trabajo en las economías desarrolladas fue superior al del salario real, de forma que la participación de la remuneración del trabajo en la renta nacional ha perdido peso en la etapa. En el caso de España, los cálculos de la OIT estiman una pérdida de 4,5 puntos entre 2009 y 2013.

Estos desequilibrios en la distribución de la renta han provocado un aumento de la desigualdad, aunque con diferentes tendencias. En los países desarrollados donde la desigualdad ha aumentado, el factor desencadenante ha sido el estancamiento o reducción de los ingresos de las familias.

De hecho, en países como España la desigualdad surge del mercado laboral, por la pérdida de empleo y las desigualdades salariales. Junto a Estados Unidos son los dos países donde más aumentaron las diferencias, medidas en términos de comparación entre hogares en el decil superior y hogares en el decil inferior de ingresos. En España, los cambios en la distribución salarial y la pérdida de empleo, determinaron el 90% de ese aumento de la desigualdad.

Este incremento de la desigualdad es el resultado de una mayor caída de la renta en términos reales en los hogares que menos ingresos reciben, frente a la sufrida por los hogares con mayores rentas. Entre los hogares con rentas más bajas el descenso se ha producido en los salarios, las rentas del trabajo autónomo y las pensiones; las prestaciones por desempleo han aumentado, aunque no lo suficiente para compensar el resto. Mientras, en los hogares de rentas más altas, también se reducen los salarios, pero en una proporción inferior.

Además, el informe señala que España es el segundo país, tras Irlanda, donde las desigualdades entre los hogares de clase media han aumentado más. 

Por último hay que señalar que, salvo en España, en los países desarrollados más afectados por la recesión económica se produce el llamado “flattening effect”, a través del cual se observa una disminución de las desigualdades. El estancamiento afecta a todos los hogares e incluso más a los hogares con rentas superiores.

viernes, 3 de octubre de 2014

Los presupuestos ¿de? la recuperación

Ana I. Viñas Apaolaza - Augusto Plató


El Gobierno presentó el pasado día 30 de septiembre, ante el Congreso, los Presupuestos Generales del Estado para 2015 bajo el titular “Las Cuentas Públicas de 2015 impulsan el crecimiento económico, la creación de empleo y la mejora de la competitividad”. Su presentación formal y sobre todo mediática se ha centrado en “vender” que son las Cuentas Públicas de la recuperación, para la recuperación. 

Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas
Sin embargo, de un primer análisis (y siendo conscientes de la dedicación que exige el estudio de los Libros de Presupuestos) estamos convencidos de que lo que el Ministro Montoro tendría que transmitir es que se trata de unos Presupuestos que confían en la recuperación, estimados a partir de unas mejores previsiones de crecimiento del PIB y del empleo.

Y no es lo mismo, pues unos Presupuestos de la recuperación deberían contener medidas claras de política expansiva que impulsasen la demanda agregada, vía consumo e inversión tanto privados como públicos. Y no es así.

De hecho, salvo algunos guiños expansivos (insuficientes desde nuestro punto de vista), la pauta es conservadora, pasiva: dejar actuar a los estabilizadores de los ingresos (impuestos y cotizaciones sociales), y del gasto (confiando en la creación de empleo y el menor desempleo). Con este criterio restrictivo, el resultado es un aumento de los ingresos no financieros del 4,3% frente a PGE 2014 y una reducción del gasto público del 5,1%.

El Gobierno delega en los ingresos procedentes de los impuestos todo el peso del Presupuesto. Espera que su Reforma Fiscal y la recuperación económica incrementen la recaudación. Por ello, el aumento más llamativo se produce en el IVA (un 9,9%) y en el Impuesto de Sociedades (un 5,6%). En cambio, se reduce el IRPF un 0,3% como consecuencia de la Reforma Fiscal.

En materia de gasto público el descenso se debe a la contención de tres partidas clave para la recuperación del gasto en consumo de las familias, que quedan atrapadas en el ajuste: uno, la congelación de salarios públicos, de nuevo; dos, una timidísima revalorización media de las pensiones del 0,25%; y tres, la caída del gasto en prestaciones por desempleo, próxima al 15%. El resto de gastos, juegan un papel secundario.

Es más, el fuerte recorte de las prestaciones por desempleo, estimado a partir de las mejores cifras de ocupación y la reducción del paro registrado, no contempla a día de hoy mejorar la protección por desempleo. Se limita a cumplir con la normativa vigente y olvida que la tasa de cobertura de estas prestaciones ha caído del 78,4% en 2010 al 59,4% (media de 2014). Menos beneficiarios, que cobran menos -tanto por el endurecimiento de las condiciones como por la precariedad del empleo que se está creando desde la crisis-. 

Se podría pensar que, a cambio, ha mejorado el presupuesto para políticas activas y de intermediación (un 16,6%). Sin embargo, el destino de esta partida se concentra sobre todo en el sector privado: Agencias Privadas de Colocación (un presupuesto que ha pasado de 30 a 140 millones €) y bonificaciones a la contratación (crece la partida en torno al 22%). Ambos proyectos del Gobierno, cuya puesta en funcionamiento es demasiado reciente como para apostar por un incremento de tal proporción, sin haber sido evaluados.

En definitiva, las previsiones del cuadro macro del Ejecutivo son tan determinantes en estos PGE que cualquier bache que pueda afectar al consumo y la inversión, como una recaída de las principales economías europeas (Alemania y Francia están en el punto de mira de los pronósticos) supondría una amenaza para su cumplimiento. Con consecuencias, además, sobre el logro de las previsiones de déficit y deuda, que reducirían sus ratios planeados. 

Y no queremos ni pensar que puedan ser necesarios nuevos ajustes en pleno ejercicio, porque la experiencia nos dice que los recortes serán de gasto y los afectados, los de siempre.

jueves, 20 de febrero de 2014

Camuflando la precariedad

Ana I. Viñas Apaolaza - Augusto Plató

El día 12 de febrero se han cumplido dos años de entrada en vigor de la reforma laboral. Con el RDL 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral se introducen cambios relevantes en la regulación de nuestro mercado de trabajo; entre ellos, nace el contrato de trabajo por tiempo indefinido de apoyo a los emprendedores

La justificación de su creación resulta difícil de explicar. Su propio nombre, “contrato de emprendedores”, y su finalidad resultan confusos … ¿apoyar la creación de empleo en las pymes mediante bonificaciones e incentivos fiscales?, ¿el fomento de la contratación estable a tiempo completo?, ¿incentivar la contratación de jóvenes?, ¿de desempleados? …

Después de dos años, un par de cuestiones quedan claras. La primera es que este contrato ha sido la cortina para tapar que la indemnización por despido se igualaba en todos los contratos indefinidos a partir del 12 de febrero de 2012. Nunca más los 45 días por año trabajado. Máximo, 33. 

Y dos, se produce una extensión hacia un eterno periodo de prueba que en estos contratos queda ampliado hasta el año. Inexplicable, pues esta decisión da lugar a que determinadas empresas usen el contrato con un coste de indemnización nulo, y, claro, inferior al de los contratos temporales. Sólo han pasado dos años, pero por desgracia, a día de hoy, carecemos de estadísticas que nos hablen de su duración y supervivencia.

Y es que es difícil evaluar el uso y la trayectoria de los contratos de emprendedores. Las estadísticas disponibles brillaron por su ausencia hasta casi medio año después y, desde entonces, sólo están disponibles en una serie aparte que ofrece el SEPE en su web. Algo que plantea serios problemas si lo que se pretende es analizar en profundidad la evolución de este contrato. 

Foto: Nacho Pérez.

lunes, 21 de octubre de 2013

La maldición de la indexación

Ana I. Viñas - Augusto Plató

Hace unos días se conocía el contenido completo del Anteproyecto de Ley de Desindexación de la Economía que anunciaba el Consejo de Ministros del día 27 de septiembre.

Cuándo la “producción legislativa y económica” de este Gobierno me empezó a parecer siempre sospechosa, no lo recuerdo. 

He tenido ocasión de leer el Anteproyecto en esta fase de audiencia pública en la que se encuentra. Sin entrar al detalle sobre la idea, los contenidos y sus efectos, y sólo centrándome en la exposición de motivos, entiendo que el Gobierno está muy preocupado por el deterioro de la competitividad derivado de la inflación y, más concretamente, procedente de los efectos de segunda vuelta. Así, de entrada, ya me surgen algunas cuestiones. 

Por ejemplo, ¿por qué ahora en este momento de la etapa de recesión se decide desindexar la economía? Precisamente cuando el índice general de precios muestra una moderación. Incluso con una diferencia frente a la Zona Euro que está permitiendo ganar competitividad vía precios. Es el caso del año 2012 y del último mes publicado (en septiembre el diferencial llegaba a -0,6 p.p.).



jueves, 3 de octubre de 2013

Pedro y el lobo … ¡y los brotes verdes!

Ana I. Viñas Apaolaza - Augusto Plató

En el cuento infantil de Pedro y el lobo, un pastor, aburrido de cuidar todo el día a sus ovejas, se divertía engañando a los habitantes del pueblo. ¡Qué viene el lobo!, gritaba … 

Parece que en las últimas semanas ha rerere…resurgido el discurso de los “brotes verdes”. Políticos y medios de comunicación intentan convencer a la sociedad española de que la llegada de la recuperación económica es ahora (¿no antes, ni antes de antes?) inminente. La interminable búsqueda de confianza económica en los consumidores y las empresas (quiero pensar que esta es la razón del discurso y no la mera diversión de un pastorcillo) está conduciendo a una insistencia que, como en el caso de Pedro, es ya más que molesta y puede tener efectos perversos. Tantas fueron las veces que Pedro alarmó sobre la llegada del lobo, que el pueblo dejó de creerle. Un día llegó el animal y nadie confió en Pedro; nadie le ayudó a salvar a sus ovejas. 

Los que se empeñan en avanzar la llegada de la recuperación persistentemente, sin pruebas de que efectivamente va a suceder, deben tener en cuenta que la confianza de los agentes es un arma económicamente poderosa: es capaz de sobredimensionar tanto una etapa expansiva como recesiva. Malutilizarla con fines políticos podría llevar a que una vez se inicie la verdadera recuperación (que seguro cuando venga, llegará para nuestro país de la mano de Europa como locomotora), nadie crea que ha terminado la crisis y el signo de la confianza de familias y empresas vaya en sentido contrario; frenando quizá en esos momentos la mejora real de la actividad y del empleo. 

Una postura política ética e inteligente sería guardar el discurso de los brotes verdes para cuando haya evidencias claras (y consenso) de una recuperación. La debilidad de los argumentos que sustentan la afirmación es manifiesta. ¿Cómo podemos asegurar que vamos a crecer sólo porque ahora destruimos menos empleo y menos actividad que antes? Parece lógico pensar que esto es así por el mero efecto estadístico, y puede suceder tanto si vamos a salir inmediatamente de la recesión como si la recuperación tarda más en llegar.

viernes, 3 de mayo de 2013

Ni brotes ni verdes

Ana I. Viñas - Augusto Plató

Hemos llegado al Día Internacional del Trabajo este año 2013, con peores noticias que en los años anteriores. Únicamente el fatídico 2009 muestra cifras de recesión y destrucción de empleo más profundas que las vistas estas semanas en los indicadores publicados.

La Encuesta de Población Activa arrojó una tasa de paro desconocida del 27,16%, con una nueva caída del empleo del 4,6%, donde ya llueve sobre mojado (desde el primer trimestre de 2012 se acumulan descensos de la ocupación sucesivos superiores al 4%). Ya no se salva nadie, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, nacionales y extranjeros, en todos los sectores de actividad, privados y públicos; para todos ellos (nosotros), el desempleo avanza y se extiende como una mancha. 

El 30 de abril el INE publicó el indicador adelantado del PIB para el primer trimestre de 2013. Otra cifra negativa, esta vez el descenso interanual es del 2%, mayor que el del último trimestre de 2012 (-1,9%), encadenando cinco trimestres seguidos de recesión, es decir, casi el mismo tiempo que cuando llegó la ola de la crisis, entre finales de 2008 y mitad de 2010.

Evolución del empleo y del PIB en España durante la recesión (%)
Fuente: Augusto Plató a partir de EPA y Contabilidad Nacional Trimestral de España (INE).

Y las previsiones siguen sin apuntar nada bueno. Entre las más recientes, procedentes del Fondo Monetario Internacional, en su informe sobre “Perspectivas de la Economía Mundial” (confirmadas por las previsiones de primavera publicadas por la Comisión Europea) señalan una caída anual del PIB de 1,5% para 2013; y lo que es peor, una estimación de la tasa de paro del 27%, que confirma que la realidad (repito, con una tasa del 27,16% para el primer trimestre de 2013) supera la ficción.

Pero encontramos otros países con pronósticos pesimistas. Alemania no logra remontar y Francia, Italia y el conjunto de la Zona Euro continúan en cifras negativas. Con este comportamiento del entorno, será difícil que la demanda externa española consiga arrastrar al conjunto de la economía.

Y en este contexto, el Gobierno aprueba el Plan de Estabilidad (2013 – 2016) y el Programa Nacional de Reformas 2013, asegurando que “la economía española sienta las bases de la recuperación y la creación de empleo”, que según el Gobierno llegará en 2014. Difícil de creer a la vista de las cifras publicadas dentro y fuera del país. La economía no es una ciencia exacta, pero tampoco oculta. La ecuación es clara: un descenso de la demanda interna de consumo e inversión más la intensificación de los recortes públicos, con una demanda externa débil, es igual a un menor empleo y, por consiguiente, a un aumento del paro.

Podremos celebrar que la prima de riesgo se mantenga por debajo de los 300 puntos, pero no hay que engañarse, esta variable no forma parte de un cuadro macroeconómico básico y su evolución en ningún caso es indicio de la recuperación real de una economía. Actividad y empleo seguirán siendo las protagonistas de la medición de la salud y sostenibilidad de la economía de un país. Y, por desgracia, de momento, lo dicho y visto: ni brotes ni verdes.

martes, 2 de abril de 2013

Capital 1 - Trabajo 0


Ana I. Viñas - Augusto Plató

Una particularidad de la crisis económica por la que atraviesa España es la dirección que está tomando la evolución de las rentas. Las cifras muestran que en esta situación de recesión no todas las variables pierden, sino que algunas consiguen mantener tasas de crecimiento trimestre tras trimestre, dando lugar a un cambio de marcador a su favor, y que, sin las medidas oportunas, puede tener consecuencias estructurales muy negativas para la vida socioeconómica del país.

Si se atiende a dos de los componentes de las rentas en las Cuentas Nacionales, así se puede comprobar: el Excedente Bruto de Explotación y Rentas Mixtas, que representa las rentas del capital empresarial y de la propiedad, al margen de lo ocurrido en 2009, ha ido resistiendo las patadas de los descensos interanuales del PIB a lo largo de estos años.


Por el contrario, la Remuneración de Asalariados no ha conseguido sostener cifras positivas de variación y su representación en el total del PIB ha caído en este periodo, perdiendo 5,2 puntos porcentuales entre el último trimestre de 2008 y el último de 2012. El otro equipo, sin embargo, ha logrado ganar peso en el PIB total: 3,6 puntos porcentuales desde fin de 2008 hasta fin de 2012.

martes, 29 de enero de 2013

Diferencias salariales

Ana I. Viñas Apaolaza - Augusto Plató

Diez razones que explican las diferencias salariales en los sectores público y privado 

El pasado 24 de octubre el INE publicaba la versión cuatrienal de la Encuesta de Estructura Salarial (EES) con algunos resultados que han servido para generar polémica tanto en los medios de comunicación como en las instituciones públicas. 

La EES es una encuesta que realiza el INE, cada cuatro años (con datos de 1995, 2002, 2006 y la última de 2010), y en el marco de las indicaciones de la Unión Europea, con el fin de comparar los niveles y distribución de salarios entre los Estados Miembros. Entre las variables que se estudian se encuentra la naturaleza del empleador: público o privado. 

En este sentido, la nota de prensa difundía que el salario anual en 2010 en el sector público fue un 30,8% superior al salario medio, mientras que las cifras para los salarios en el sector privado se encontraban por debajo. 

El fuego generado por estos resultados se avivó a raíz de la publicación del INE, el 21 de noviembre, del módulo de deciles salariales del trabajo principal, que contiene la Encuesta de Población Activa (EPA) desde 2010. Según las estadísticas, “en 2011 el 59,7% (1,9 millones de personas) de los asalariados del sector público tienen un salario bruto mensual superior a 2.071,8€. El porcentaje correspondiente en el sector privado es del 21,9% (2,6 millones de personas)”. 

Ante las dos posiciones encontradas – en un lado, las críticas lanzadas desde los ámbitos públicos sobre la veracidad y fiabilidad de estos datos; en el otro lado, los que utilizan estos datos para justificar y aprobar el recorte de los salarios de los empleados públicos- es necesario hacer algunas aclaraciones metodológicas, y objetivas, de las encuestas, que explican las diferencias entre los salarios públicos y los privados. 

Si bien el colectivo encuestado en la EPA y en la EES difieren sensiblemente (en la EPA están incluidos el servicio doméstico, el sector agrario y todo tipo de administraciones y empresas públicas, tanto los trabajadores adscritos a Mutualidades como los que cotizan a la Seguridad Social; mientras en la EES no se contemplan los dos primeros grupos y sólo en la última edición se han incluido los empleados públicos que cotizan al Régimen General de la Seguridad Social, aunque no los adscritos a mutualidades), las diez razones siguientes ofrecen luz sobre las diferencias existentes entre los sectores público y privado: 
1. Debido a la consideración de asalariados (se excluyen de esta categoría empleadores y cualquier otro cargo o mando que contemple la participación en el capital o la empresa), los salarios más elevados se encuentran en el sector público. La mayor parte de los trabajadores con elevados salarios en el sector privado no son considerados asalariados, sino que poseen otro tipo de relación laboral (en general son empresarios, que son los que obtienen mayores ingresos de la actividad). 

2. La EES excluye el sector agrario, el servicio doméstico y parcialmente a los asalariados públicos; no están incluidos los afiliados a las mutualidades, que representan alrededor de un tercio de los funcionarios. Así, la encuesta está formada por un 17% de asalariados públicos y por un 83% de asalariados del sector privado.


3. No es posible hacer una comparación estricta por no ser las mismas las actividades económicas las que se representan en uno y otro sector. Los asalariados del sector público se concentran en ramas de actividad que requieren un elevado nivel de cualificación (Administración Pública y Seguridad Social, educación y actividades sanitarias y de servicios sociales). El mayor peso relativo de asalariados del sector público en actividades que exigen esta mayor cualificación explica su mayor concentración relativa en salarios altos respecto a los asalariados del sector privado. En cambio, el mayor peso de los asalariados del sector privado se encuentra en las ramas de construcción, comercio y hostelería, donde la cualificación exigida es inferior. 




jueves, 11 de octubre de 2012

La paradoja de la frugalidad confirma que continuará la recesión

Ana I. Viñas Apaolaza - Augusto Plató

Cada vez que asistimos a la publicación de nuevos datos económicos andamos un paso más en la misma dirección de la ya conocida recesión. 

El pasado 2 de octubre el INE ofrecía información estadística sobre las cuentas de los sectores institucionales, entre ellos de los hogares. Los datos reflejan el comportamiento de las familias en función de su renta disponible. 

En el periodo 2005 – 2012 se observa que la renta de los hogares aumenta durante la fase de expansión, abarcando incluso el año 2009; a partir de entonces los valores descienden. Mientras, la tasa de ahorro se mantiene en torno al 10% en la primera etapa, pero despega a partir de 2008, año en el que llega a España la recesión. Desde 2010, en cambio, toma una senda de descenso que continúa en estos momentos.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE).
Nos encontramos ante la paradoja de la frugalidad, modelo que explica el porqué el comportamiento racional de las familias y las empresas ante la incertidumbre puede llevar a una situación perjudicial para el conjunto. Aún cuando la renta de las familias no se había visto afectada, estas deciden reducir el consumo y aumentar el ahorro. Pero este comportamiento solo puede mantenerse mientras mejora la renta. Una vez que esta disminuye por efecto de la crisis, la proporción destinada al consumo necesariamente se incrementa, reduciéndose así la tasa de ahorro. El resultado de este menor consumo de los hogares y caída del ahorro (que al final afecta a la inversión empresarial) es un descenso de la actividad económica. 

Con la paradoja de la frugalidad en acción, en una senda continuada de reducción del gasto público -con más recortes en los nuevos presupuestos presentados hace unos días-, de aumento de los impuestos -con el aún reciente incremento del IVA-, de descenso de la inversión empresarial –es la variable de la Contabilidad Nacional que más ha caído en los últimos trimestres- y, en especial, de reducción del consumo de las familias –persistentemente afectadas por el aumento del paro y el retroceso de los salarios; en estos momentos por la subida del IVA y el repunte de la inflación; y en el futuro por la más que probable congelación de las pensiones-, nos seguimos encontrando con la pregunta de quién tirará de la actividad económica. 

Las respuestas que se alzan a favor de una nueva reforma laboral para reducir los costes laborales de las empresas tienen ya poca credibilidad. Por otra parte, el tirón del sector exterior vía exportaciones sigue mostrando un interrogante mientras no mejoren la calidad e innovación de los bienes y servicios españoles; es un rayo de luz que llevamos años esperando y que parece que su papel se limita a suavizar la amplitud de la recesión, y no a sacarnos de ella. 

martes, 5 de junio de 2012

Calidad del empleo

El pasado 12 de abril se presentó la "5ª encuesta europea sobre condiciones de trabajo", realizada por Eurofound. Para la ocasión, se celebró una conferencia, junto con el Parlamento Europeo, bajo el título "La calidad del trabajo y el empleo: una herramienta política para un crecimiento incluyente y sostenible".



A pesar de las políticas que se están llevando a cabo, que parece que van en contra de la calidad, además de la cantidad, del trabajo y el empleo, resulta esperanzador que se siga haciendo hincapié en la necesidad de que el empleo que se pueda crear sea de calidad, del mismo modo que la OIT señala la necesidad de crear "Mejores empleos para una economía mejor", en su Informe sobre el Trabajo en el Mundo, 2012.

A este respecto, Santos M. Ruesga, Laura Pérez Ortiz y Ana I. Viñas hemos publicado recientemente un artículo sobre "Negociación colectiva y calidad del empleo en la Unión Europea", en la Revista de Economía Mundial, que se puede consultar aquí.

jueves, 3 de mayo de 2012

¿Aumento de impuestos = reducción de déficit?

Ana I. Viñas - Augusto Plató

Parece que finalmente el gobierno de España admite las dificultades que se está encontrando para alcanzar el objetivo de déficit público en el actual contexto de recesión económica. 

De las decisiones adoptadas y declaraciones realizadas recientemente, se puede vislumbrar la nueva preocupación del gobierno: los recortes del gasto público no son suficientes y es necesario aumentar los ingresos para disminuir la diferencia, es decir, el déficit. 

Los últimos datos señalan un déficit del 8,5% para 2011, lo que significa que el peso del gasto público en la economía (un 43,6%) supera en 8,5 p.p. al de los ingresos (un 35,1%). Durante la etapa de recesión, desde 2007 hasta 2011, se ha podido ver cómo este peso de los gastos en el PIB ha aumentado 4,4 p.p. en España, algo por encima de los niveles europeos, mientras que el de ingresos ha caída 6 p.p., notablemente más que en Europa. Del cuadro se puede deducir que el problema presupuestario español guarda más relación con el escaso porcentaje de ingresos sobre la economía y su negativa evolución durante la crisis, que con el aumento de gastos públicos propios del ciclo económico en esta etapa.

p.p.: puntos porcentuales. Fuente: Eurostat.
Lo que no queda tan claro es que el gobierno esté asumiendo que la reducción del déficit público pasa por la necesidad de incrementar la actividad económica. Porque una cosa es aumentar los impuestos y otra bien distinta es recaudar más ingresos, especialmente si se miden en proporción a un PIB en descenso. 


martes, 13 de marzo de 2012

Recortes que importan y recortes que no importan

Las últimas estadísticas publicadas de las cuentas nacionales para los países europeos confirman que la moderada recuperación iniciada en 2010 era un mero espejismo. En el último trimestre de 2011 las tasas de variación intertrimestral del PIB señalan un descenso de la actividad económica en toda Europa. En España, la bajada se cifra en un 0,3%, de igual valor que en la Zona Euro y en la Unión Europea de los 27. 

Mientras que algunos siguen culpando de esta recaída a los países del sur de Europa por su elevado déficit público y la excesiva regulación de sus mercados, especialmente el de trabajo, lo cierto es que las previsiones económicas publicadas por la Comisión Europea el pasado febrero son pesimistas para el conjunto de Europa, y no sólo para los países periféricos. 

Desde un análisis estrictamente económico, más bien parece que las políticas fiscales restrictivas o contractivas, sorprendentemente ahora llamadas políticas de estabilidad económica, están teniendo sus previsibles efectos (contracción del PIB vía demanda agregada), aunque siguen con dificultades para lograr su objetivo (reducir el déficit). No parece que a los gobiernos europeos les esté resultando difícil recortar el volumen de gastos; lo realmente complicado es, en un entorno de estancamiento de la actividad económica, aumentar o mantener los ingresos para lograr disminuir la diferencia, es decir, el déficit. 

Así que, tanto la recuperación como la reducción del déficit público pasan por la necesidad de aumentar la actividad económica. Algo que en España, y según el gobierno, no va a suceder próximamente. Al contrario, el cuadro macro presentado hace unos días refleja claramente el deterioro del PIB, en todos sus componentes, con el negativo efecto que esto supone para el empleo.

Fuente: Ministerio de Economía y Competitividad.

sábado, 28 de enero de 2012

¿A quién le importa el coste de la indemnización por despido?


Parece que, definitivamente, tenemos a la vuelta de la esquina una nueva reforma de nuestro mercado de trabajo. Otra más que, no cabe duda, será aplicada sin evaluar los resultados de las medidas tomadas aun recientemente. 

De entre las muchas cuestiones que se discuten para esta próxima reforma -y en las pasadas-, hay una “petición del oyente” que por más tiempo que pase no deja de sorprender. Y es que es difícil entender de qué manera una rebaja de los días de indemnización por despido puede favorecer la creación de empleo y el crecimiento económico; menos todavía en un contexto de paralización de la actividad económica. 

Veamos, por ejemplo, qué ha sucedido con el contrato de fomento de la contratación indefinida. Aquel cuyo objetivo en su creación fue favorecer la contratación indefinida de personas discriminadas en el mercado laboral. Es decir, un contrato que buscaba un efecto sustitución. A cambio, para premiar a las empresas, se rebajaba hasta 33 días el coste de la indemnización por despido, en lugar de los 45 habituales. 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El largo camino de las mujeres hacia la igualdad laboral

Más de cuatro años han transcurrido desde que vio la luz la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, más conocida como la Ley de Igualdad, promulgada por el primer gobierno de Rodríguez Zapatero. 

El tiempo y los datos prueban que poco hemos avanzado en la eliminación de las desigualdades que mencionaba la Ley en su exposición de motivos: la violencia de género, la discriminación salarial, la discriminación en las pensiones de viudedad, el mayor desempleo femenino, la escasa presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica, o los problemas de conciliación entre la vida personal, laboral y familiar. 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
>
ir arriba