jueves, 6 de diciembre de 2012

¿De verdad estamos saliendo de la crisis?

Manuel Pérez Trujillo - Augusto Plató

El pasado 29 de octubre quedé muy esperanzado al escuchar la siguiente afirmación en la cabecera de los noticiarios televisivos: 

“Estamos viendo ya señales esperanzadoras en un entorno de una crisis económica muy dura. Y no me refiero a un optimismo vacío sino al relato de la realidad” 

Sin embargo, tardé medio segundo en volver a esa dura realidad, que no correspondía con la presentada en los titulares, al escuchar seguidamente a dicha afirmación una nueva que argumentaba: 

“Porque eso es lo que ocurre cuando un trabajador apuesta por el autoempleo”. 

En ese momento mis esperanzas quedaron vacías, sin consuelo, pudiendo comprobar que tan solo medio segundo dista entre el optimismo y la melancolía. Si considerar que un trabajador tenga que apostar por el autoempleo es algo exitoso, especialmente en tiempo de crisis, entonces he de prepararme, porque vienen mal dadas. Aun así decidí tratar de contrastar dicha afirmación con los datos de la Encuesta de Población Activa, de nuevo esperanzado y autoengañándome, diciendo: “si esta frase la ha dicho quien la ha dicho, por algo será”. Pero, de nuevo, tardé media hora en volver a la verdadera realidad, dura y triste, en la que vivimos la mayoría de los españoles. 


El autoempleo en un periodo de crisis y de deterioro del mercado laboral tiende a ser considerado como un medio mediante el cual el trabajador, como “emprendedor”, trata de mantenerse en la actividad económica, ante la dificultad para acceder a un puesto de trabajo. Es decir, el autoempleo se convierte en la alternativa a la falta de empleo. 

Durante el último año, el número de trabajadores autónomos (empresarios sin asalariados o trabajador independiente) ha aumentado en 90,7 mil, alcanzando la cifra de los 1.767,1 mil trabajadores por cuenta propia en el tercer trimestre de 2012, suponiendo el 12,07 por ciento de la ocupación total, peso dos puntos superior que el registrado al comienzo de la crisis. A pesar de ello, este posible efecto positivo arroja bastantes dudas como para ser considerado algo tan esperanzador. La mayoría de éstos nuevos emprendedores se concentran en sectores que han sido drásticamente golpeados por la crisis y el desempleo.

De esta forma, la rama de actividad más destacada en cuanto al desarrollo del autoempleo en el último año es el “comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas”, concentrando el 39,05 por ciento del total de nuevos autónomos. Sin embargo, al analizar la evolución anual del número de asalariados en esta rama de actividad, se observa que la misma es la segunda que mayor descenso de número de asalariados registra, siendo tan solo superada en la comparativa por la construcción. De hecho, calculando cuánto supone el incremento del autoempleo en esta rama de actividad sobre el total del descenso del número de asalariados en la misma, el resultado obtenido es el 21,05 por ciento, compensando el autoempleo tan solo uno de cada cinco asalariados perdidos, evidenciando una mala expectativa de desarrollo económico en esta rama de actividad (viéndose especialmente afectada por el descenso de la demanda interna). 

Idéntico efecto se siente en otras ramas económicas como, por ejemplo, la industria manufacturera, las industrias extractivas, el transporte y el almacenamiento, la educación o las actividades artísticas y recreativas concentrando el peso económico de todas ellas, más el comercio, un valor aproximadamente superior al 50 por ciento del PIB nacional. 

Por otra parte, si se relaciona el autoempleo con el paro de larga duración (trabajadores que se encuentran en situación de desempleo durante 1 años o más), se observa cómo a partir de la segunda mitad del año 2011 ambos experimentan una ligera tendencia positiva, evidenciando como la permanencia en el desempleo puede explicar en parte, el incremento del número de trabajadores autónomos, siendo una vía de escape a la situación de desempleo en el mercado laboral.

1 comentario:

  1. Tampoco podemos olvidar que muchos de estos autónomos son "falsos autónomos" que dentro de la bestial pérdida de derechos se incluye la de ser trabajador por cuenta ajena. Si se profundizara se vería que muchos de ellos trabajan únicamente para la misma empresa que les despidió, ahora la empresa tiene mayor flexibilidad y es más barato ya que, por ejemplo, no tiene que pagar vacaciones; y no descartemos incluso la realización de parte del trabajo en "B". Son lentejas, el que quiere las toma y el que no las deja. No descarto ver trabajar por manutención como en tiempos de la esclavitud, que es más rentable para los empresarios.

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