jueves, 16 de agosto de 2012

Competencias y mejor empleo


Elena Cachón - Augusto Plató


En los últimos tiempos mucho se oye hablar de la fuga de cerebros en nuestro país. Según las Estimaciones de la Población Actual del INE, durante 2011 62.611 españoles abandonaron el país. De ellos el 25.4% tiene entre 20 y 34 años y el 38,1% entre 20 y 39 años. Si la mayoría de estos jóvenes que hoy hacen las maletas en nuestro país están altamente cualificados, su huida compromete la posible (y deseable) transformación de nuestro modelo productivo, y una salida más cercana y sostenible de la recesión en nuestro país, donde no parece que exista un plan para lograr su retorno en un futuro más o menos lejano. 

La fuga de cerebros, además de la pérdida de las inversiones en dichas competencias, supone la pérdida de las personas con valiosas competencias, lo que obviamente da lugar una escasez de competencias en el país de emigración. Y esto es otro drama añadido a la ya grave situación de nuestro país, puesto que las competencias transforman vidas e impulsan economías, generando opciones más sólidas de crecimiento. Ahora bien, como señala la OCDE en su informe Mejores competencias, mejores empleos, mejores vidas. Enfoque estratégico de políticas de competencias, la coexistencia de profesionales desempleados y empleadores que afirman que no encuentran a las personas con las competencias que necesitan, revela que las competencias no se traducen automáticamente en mejores resultados económicos y sociales. Se necesita una estrategia de transmisión. Y la OCDE ya la tiene, y pretende ayudar a los países a transformar las competencias en mejores empleos y mejores vidas. Porque la experiencia demuestra que la mejor manera de detener la fuga de cerebros es dar incentivos para quedarse, como mejorar las condiciones del mercado laboral local. 

Para lograr que un país mejore la cantidad y la calidad de sus competencias, una de las claves de estrategia de la OCDE se centra en alentar a las personas a educarse. Para ello es necesario investigar sobre el desarrollo de competencias a lo largo de la vida de una persona, puesto que este es el núcleo duro de las políticas de competencias. Gobiernos y empresas deben trabajar juntos para recopilar evidencias sobre la demanda de competencias, presentes y futuras, y disponer de información para los sistemas de educación y formación. Esto debe ir acompañado de una mayor y mejor vinculación entre la formación y el mundo del trabajo, donde empleadores y sindicatos tiene un papel fundamental. Pero preparar a los jóvenes para la vida laboral con educación y formación previas es sólo una faceta del desarrollo de competencias; los adultos en edad de trabajar también necesitan desarrollar sus competencias para avanzar en su trayectoria laboral y cumplir con las cambiantes demandas del mercado de trabajo. 


Dos son las claves señalada por la OCDE para que un país active las competencias en el mercado laboral: animar a las personas a aprovechar sus competencias y conservar a las personas con competencias, es decir, evitar la fuga de cerebros. Porque para que un país aproveche al máximo su talento para la OCDE es necesario garantizar que las personas apliquen sus competencias con eficacia, lo que requiere de una educación sólida, combinada con orientación vocacional y programas de formación adecuados a las necesidades del mercado laboral. Resulta ineludible adecuar los desfases entre las competencias de los empleados y los requerimientos del empleo para no desperdiciar la reserva de competencias de una población, para lo que las políticas públicas deben identificar a los trabajadores con bajos niveles de competencias básicas y ofrecer un incentivo tanto a empleados como a empleadores para invertir en el desarrollo de dichas competencias y cumplir con los requerimientos de los puestos de trabajo. Y en este punto, la OCDE destaca el papel de los sindicatos para mejorar la correspondencia entre oferta y demanda de competencias. 

Pero no hay que olvidar que las políticas no solo responden a las demandas, sino que también las crean, mediante el fomento de la competencia y la promoción de actividades económicas productivas que contribuyan a un crecimiento económico más fuerte, con empleos más productivos y mejor remunerados. Y en es aquí donde la política con mayúsculas, debería centrase, y no en boicotear las escasas y débiles oportunidades de crecimiento que aparecen hoy por hoy en nuestro país. Quizás así la tan señalada fuga de cerebros sea una “anécdota” en esta crisis. Y esto requiere una apuesta firme por la educación, justo al contrario de lo que España está haciendo.

Información adicional: 

INFORMACIÓN POR PAÍSES: ESPAÑA
http://skills.oecd.org/informationbycountry/spain.html

PRESENTACIÓN:
http://www.slideshare.net/OECDEDU/oecd-skills-strategy-building-the-right-skills-and-turning-them-into-better-jobs-and-lives

VIDEO:
http://www.youtube.com/watch?v=8ioYJmGpZVQ&feature=player_embedded

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